Se acerca Octubre, ya estamos en otoño y los americanos decoran sus casas para Halloween. El año pasado fuimos de viaje a Nueva York a primeros de octubre y nos alucinó ver que todo estaba decorado en naranjas, verdes y negros, lleno de fantasmas, murciélagos y calabazas. Pero es que ellos son así, y les gusta preparar las cosas con tiempo.
A mí, personalmente, Halloween es una fiesta que no me dice mucho, y además, los colores "típicos" no están precisamente entre mis favoritos.
Así que por eso me he retado y he hecho una bolsita para guardar bombones.
Los materiales que he utilizado son:
-bolsa blanca de papel.
-papel verde de la anchura de la bolsa (en mi caso , 12,3 cm) x 7,3cm.
-papel negro, un trozo de 12,3 x 10cm y otro de 7 x 4,5cm.
-cartulina naranja de 7,5 x 5 cm.
-tijeras de bordes (o troqueladora de bordes si tenéis).
-cinta de doble cara.
-adornos de halloween.
-lazo.
Cortamos la bolsa a una altura de 8 cm.
Y marcamos un doblez en el papel decorado negro a una altura de 8,2 cm.
Una vez doblado, cortamos con las tijeras de bordes o troquelamos la parte más corta(es la que nos va a quedar delante) y pegamos el papel verde a la delantera de la bolsa. El papel negro lo pegamos a la trasera y dejamos la solapa suelta por delante.
Redondeamos las esquinas de la cartulina naranja y el papel negro más corto, que es donde vamos a colocar nuestros adornos de Halloween (estos adornos son los únicos de esta temática que tengo, los papeles son de otras colecciones que nada tienen que ver con esta fiesta, pero es lo que tenía).
Colocamos la cinta alrededor de la solapa de papel negro y pegamos la cartulina con los adornos sobre el papel verde en la parte delantera (yo lo he colocado en relieve).
Ahora solamente nos falta entintar los bordes con negro y meter dentro un par de bombones con los que deleitar algún niño (o no tan niño,je,je) goloso.